Dado que somos seres humanas y como tales tenemos la propensidad a toda clase de conflicto, las lesbianas se encuentran en algún punto de su vida en buenas y malas relaciones. ¿Pero qué sucede cuando estas lesbianas son madres y por lo tanto la necesidad de llegar a un consenso con la pareja es inminente por la presencia de terceros que por lo general son los hijos?
Si en una pareja que se acaba de constituir existen uno y mil motivos por los cuales tener un problema, ya sea de comunicación, económico, de poder, etcétera, en una pareja de madres lesbianas estos pueden potenciarse (o no) debido a múltiples factores.
Se me ocurre que uno podría ser la participación de la madre no gestante en el cuidado y educación del niño. O el límite que la madre biológica pone a la madre por opción en cuanto a la disciplina. ¿Y todo por qué?
Existe la creencia en nuestra sociedad de que "madre sólo hay una" y eso en algunas ocasiones tiene un peso, tal vez inconciente, en las madres que no han llevado al bebé en la panza. En la vida real, los cariños funcionan de una manera diferente y natural. Debido a la convivencia, ambas madres se enfrentan a berrinches, enfermedades, malos humores, etapas, que se manejan con las mejores herramientas que tenemos disponibles, pero ¿qué sucede, por ejemplo, cuando se trata de pelear por un trato más justo a nuestros hijos en la escuela o en la familia o en el grupo de amigos? Es una interrogante que me gustaría que cada una de las madres lesbianas se respondieran en la intimidad de su hogar y que si no les causa ningún conflicto lo compartan en los comentarios a esta entrada.
Yo puedo decirles que uno de los principales retos que debo trabajar en el nivel personal es el hecho de creérmela que soy madre de mis dos hijos de una manera más evidente. Por lo general, los reportes de conductas y accidentes del kinder se los dan (y no sé si es una casualidad) a la madre gestante, y en la mañana, como vamos la abuela y yo, en algunas ocasiones a la maestra le hace más sentido preguntarle a la abuela porque ve una relación genética (o se la imagina). Parte de las acciones que yo tomo es responder, aunque no me estén preguntando a mí, asistir a todas las asambleas y a las juntas de padres. Sin embargo, por muchos esfuerzos que yo haga, si mi pareja no me valida en estos contextos estaría haciendo un trabajo doblemente desgastante, porque los logros obtenidos serían pocos e implicarían largas conversaciones donde expusiera la importancia de tal o cual cosa. Si nuestra pareja apoya estos esfuerzos, la relación es más equilibrada (al menos en este aspecto), pero si no, puede ser una de las piedritas que se van juntando en el buche.
¿Lo habían pensado?
1 comentario:
buenisimo el calendario, no se puede enviar por mail?
BESOS ENORMES A TODAS LAS QUE PARTICIPAN EN ESTO
MAMI X OPCION
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